Así como hay actores famosos, deportistas, hay gente maliciosa que se ganó la fama por actividades ilegales y que hoy son reconocidos mundialmente.
Un hacker es una persona que posee conocimientos avanzados en informática y cuenta con un desempeño sorprendente en el tema y tiene la capacidad de realizar múltiples actividades retadoras e ilícitas desde un equipo de cómputo.
En pocas palabras es aquel que ingresa otro equipo o servidor para obtener información de forma ilícita para usarla su beneficio o para perjudicar alguna persona, instituto u organización.
La historia nos ha dado a varios hackers, pero en esta ocasión solo nos centraremos en tres que se ganaron su lugar de hackers famosos.
Anonymous. Detrás de su hacktivismo o ciberactivismos, hay aparentemente cientos de geeks de la computación que buscan exponer las verdades del mundo para hacerlo mejor. Desde la muerte de George Floyd han estado muy activos.
No pertenecen a ningún partido político u organización se manejan bajo el libre albedrío. Tiran redes sociales, servidores y exponen secretos de gobiernos, empresas, funcionarios y figuras públicas.
El 15 de febrero de 1995 el FBI logró capturar a Kevin Mitnick, quien es considerado por el New York Times como “el hacker más buscado de todo el ciberespacio”. Mitnick terminó cinco años en la cárcel por varios delitos, de los cuales ocho meses los pasó en solitario.
¿El mundo se preguntaba por tanto tiempo en confinamiento? Pues las autoridades convencieron a un juez que Metnick era capaz de “comenzar una guerra nuclear chiflando en un teléfono público
¿Por qué tanto tiempo en aislamiento? Pues porque alguien convenció al juez de que era capaz de “iniciar una guerra nuclear silbando en un teléfono público”.
Esto provocó que el mito de que Kevin Mitnick, logró más por si influencia en la sociedad que sus habilidades técnicas.
Kevin Lee Poulsen, mejor conocido como Dark Dante, fue el primer hacker en ser acusado de espionaje por el gobierno de la Unión Americana. Lo arrestaron en abril del 1991 y tres años más tarde en el mes de junio, fue declarado culpable por los delitos de escuchas ilegales, espionaje electrónico, fraude, lavado de dinero y obstrucción de la justicia, esto lo hizo acreedor de 4 años de prisión y una multa de 56 mil dólares.
En octubre de 2006, publicó información detallada de pederastas inscritos en MySpace. Esta labor ayudó a identificar a 744 personas en la red social como avisadores y a la detención de uno: Andrew Lubrano
Mentes brillantes, manos hábiles, ideales poco ortodoxos; unos pagaron con su libertad, otros siguen intentado “ayudar” al mundo.
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