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La palabra hacker en español quiere decir “pirata informático” según la Real Academia Española, y por esa razón, todavía se cree que estos personajes le hacen un daño a la humanidad. En general, no están del todo equivocados, pero hoy en día existen hackers especialistas en ciberseguridad, y son los llamados white hats (sombreros blancos), cuya actividad es 100% ética. A los de la mala reputación, se les conoce como black hats (sombreros negros).

La función de los white hackers es investigar un sistema informático que notifica las fallas y genera técnicas que las mejoran.

El experto en ciberseguridad Benjamín Burga explica la única similitud que hay entre ambos grupos: “es la curiosidad por el descubrimiento de lo nuevo en temas informáticos, de comunicación entre dispositivos y la seguridad de los mismos”.

Burga señala que cualquier dispositivo que esté conectado a una red, es susceptible de ser hackeado, en especial aquellos que manejan información sensible, como tokens para realizar transacciones bancarias, llaves de casas y autos, celulares, entre otros.

Actualmente, todas las empresas ya cuentan con un departamento especializado en informática; no obstante, debido a la pandemia, muchos sistemas de seguridad de hospitales se vieron vulnerados por los malwares (programas maliciosos) que manipularon sus aparatos, alteraron sus diagnósticos y ralentizaron su funcionamiento.

La gran mayoría de los hackers se desenvuelven dentro de la deep web (internet profunda), que no se encuentra dentro de los navegadores conocidos, y, que a diferencia de estos, es un mundo infinito de información, donde los white hats han hecho un buen trabajo al publicar contenido benéfico hacia la sociedad.

Sin embargo, existe confusión entre los términos deep web y dark web (internet oscura). Esta última es una muy pequeña parte de la deep web, y se oculta deliberadamente en los motores de búsqueda, usa direcciones IP enmascaradas y se requiere un navegador especial para acceder a ella.

La dark web es donde los white hats despliegan todas sus habilidades y colaboran con los gobiernos para desmantelar redes dedicadas al tráfico de personas, de armas, pornografía infantil, venta de drogas, renta de sicarios, etc. Lo anterior, es conocido como combate al ciberterrorismo, y es por eso que los gobiernos ya consideran la ciberseguridad como parte esencial de su estructura.